40514

Me llamó la atención que la página par llevara el número (digamos) 40514 y la impar, la siguiente, 999. La volví; el dorso estaba numerado con ocho cifras. Llevaba una pequeña ilustración, como es de uso en los diccionarios: un ancla dibujada a la pluma, como por la torpe mano de un niño.
Fue entonces que el desconocido me dijo:
-Mírela bien. Ya no la verá nunca más.
Me fijé en el lugar y cerré el volumen. Inmediatamente lo abrí. En vano busqué la figura del ancla, hoja tras hoja.

(El libro de arena. Jorge Luis Borges)

domingo, 1 de mayo de 2011

Razón


Sucesión de sonidos elocuentes movidos a resplandor, poema
es esto
y esto
y esto
Y esto que llega a mí en calidad de inocencia hoy,
que existe
porque existo
y porque el mundo existe
y porque los tres podemos dejar correctamente de existir.
-Juan Larrea-

Pensaba escribir un poema heroico sobre el 1º de Mayo, pero ya lo intentó Vladimir Mayakousky y le fue fatal.
Además, me encontró la fiesta obrera meditando (como al tipo de la foto) qué debería escribir hoy.  Sigo sentado en el taburete. 

Así que salí a ver cómo se celebraba el 1º de Mayo en mi ciudad. Y a parte de 330 militantes de colectivos anarquistas, o no, que estaban muy cabreados, pero que se veía que eran anarcos: cada uno gritaba un silencio distinto; no vi nada especial.
Miento. Me regalaron una maceta de petunias (ver foto) para que votara a un partido (ver tiesto) determinado. No les voy a votar pero regaré las petunias.

Esto es todo lo que puedo decir hoy. A veces me deprimo. Y en este día más.
Larrea y Vallejo eran “amiguetes”, y a los dos les tocó el PCE los cataplines. Viva la clase obrera sin pedigrí stalinista.