Me joden el blog los de Blogger, me salto mi cita semanal con esta ciudad, que también se desmorona como una Lorca con temblores. Viene un terremoto a decirnos que este país también tiene fallas. A parte de las de Valencia. Y errores, a parte de los del sistema de dominación capitalista. Y los hijos de la democracia se cabrean y se quedan acampados en las plazas de las grandes ciudades. Y llegan las elecciones municipales. Y….¿qué quieren ustedes que les diga? Pues que el orden de las ideas debería estar en duda permanente. Mas según mis cuentas se pone en duda muy poco. Pero esta semana parece que grupos espontáneos de jóvenes y no tan jóvenes, se han echado a las plazas.
Creo que lo más importante de todo este berenjenal, son las concentraciones. Hay de todo. Por un lado leo pancartas que dicen: SOMOS MÁS Y ESTAMOS MEJOR DESORGANIZADOS, y por otro lado muestran un alto grado de disciplina y de organización en las acampadas. Tal vez su desorganización se contrapone a la ya conocida “organización” de los partidos. Los ácratas se frotan las manos, pero también están sin saber a dónde mirar. Nadie sabe qué trozo de la tarta le corresponde en esta movilización espontanea. Los partidos obreros miran. Los sindicatos miran. Y en esa los del gobierno se empiezan a poner nerviosos. Serán desalojados una noche de estas a las tres de la mañana. O no.
Mientras empiezan a surgir algunos líderes desde las filas de los distintos grupos y experiencias. Hacen asambleas, para seguir con las ideas claras a la hora de tomar decisiones. Pero sus reivindicaciones no me parecen “excesivamente revolucionarias”, difíciles de asumir por el poder.
Todo está en el aire, es una hermosa experiencia. Pero me parece algo inocente el movimiento. No creo, a pesar de esa consigna acuñada de “Revolución Española”, que lleguen a plantear exigencias que el sistema no sepa asumir o amortiguar. Ni que decir tiene que el nombre de “Democracia Real Ya” es un nombre cómodo, educado inclusive. Lo explicó muy bien Agustín Garcia Calvo, en un charla de 20 minutos que les dio a los acampados.
El movimiento tendrá que desarrollarse. Tendrá que llegar a las fábricas, los barrios, las facultades, las universidades. Y sobre todo tendrán que ser mucho más claros y contundentes a la hora de definir sus exigencias.
La ciudad de arena les aprieta. La ciudad de arena les pide algo de contundencia. La ciudad de arena se pregunta si lo que les mueve es una crisis económica de la que han sido expulsados en el reparto de la riqueza, es decir cuestiones economicistas puras y duras; o por otro lado les mueve una crisis política que quieren resolver, con soluciones políticas. Supongo que serán ambas cosas. Espero que la mezcla sea tan homogénea cómo para que a partir de hoy los barrios se llenen de comités y de asambleas.
Y que la “izquierda” pierda estas elecciones municipales y autonómicas y regrese a las calles: Algunos lo dijimos en su día: “La lucha está en la calle y no en el parlamento”.
Y los comunistas del PCE se reían. Y los del PSOE te metían en chirona.
Tomás esto no lo va a poder parar nadie ,han descubierto los jóvenes que la calle (el mundo) es del pueblo y que les pertenece a todos y si no hablan por el pueblo los políticos, el pueblo mismo hablará desde la calle y no habrá nada ni nadie que lo calle. Es el cambio en las conciencias que surgen a la vez,efecto acción reacción frente a un sistema caducado que ya no cubre las necesidades de la sociedad,es como un primer orgasmo colectivo y después de eso el pueblo quiere echar más polvos callejeros y mas acampadas,amor al aire libre y en libertad.A partir de ahora tiene que potenciarse las asambleas y la educación ciudadana para que en el futuro haya posibilidad de autogestión y de conseguir control sobre los bancos y el dinero.Utopía pero hay que luchar.Un beso y una macetaa de perejil,no siempre van a ser flores.
ResponderEliminarCon el perejil se mueren los canarios, y otros pájaros.
ResponderEliminarOptimista te veo, amiga Loli. Yo que vengo de una "estructura" organizativa distinta digo que hay mucho que hacer. Mucho. De esas acampanadas la mitad sobra. Al tiempo.
Besos.