El poeta se trajo de la biblioteca (libros para tirar) “Los premios” de Julio Cortázar. Al poeta le parecía una atrocidad que el libro terminara en la basura. El poeta encontró entre sus páginas un billete de RENFE con fecha, 28 de Mayo de 1986. El billete había vivido en el libro todos estos años. El libro era de una edición de Diciembre de 1976. Echas las cuentas, hasta la fecha de hoy, 25 años y 24 días encerrado entre las rejas de papel.
Todos los billetes de RENFE tenían por entonces un número de cinco cifras en la parte inferior (en la actualidad, el poeta usa poco ese transporte, y desconoce el formato de billete que se expende). El poeta sabía que tenía que comprar ese número de lotería. Y en el primer quiosco de la ONCE que vio, lo pidió. La máquina expendedora escupió el número 74159, para el sorteo del Viernes 24 de Junio de 2011. Y el poeta, el 24 de Junio de 2011 se hizo rico al recibir nueve millones de euros. Y el poeta puso estas palabras en su blog y se hizo el silencio.
PD
No vayáis todos a comprar el número: Todo está escrito de antemano.
este cuento me gusta más que el de La princesa y el guisante, empezado por el título y acabando por la PD
ResponderEliminary yo me voy a tomar la licencia de escribirle un deseo-epílogo...y el poeta fue generoso
un beso
Sí, es cierto. De antemano siempre soy generoso: Acabo de decir el número que va a tocar.
ResponderEliminarDar sin que te pidan requiere un tacto especial. Para no ofender.
Un beso.
Vaya, ¿seguro que no me toca si lo compró? En mi ciudad es fies el 24 San Juan, asi que a lo mejor me toca y sino,como dice Carmen, el poeta es generoso...
ResponderEliminarBesos
Llobisna (ya, ya lo sé) no compres el número. Y si lo haces te comprometes con el poeta a montar un negocio a medias, con la condición de que no de ganancias para acumular capital. Que dé ganancias para que la palabra "negocio" no niegue ni el ocio ni la alegría nunca más.
ResponderEliminarY bien venida a esta ciudad de arena que se desmorona como yo. Menos mal que mis dunas de desierto se transforman cada día y así la ruina personal me recorre todo el cuerpecito.
Un beso.
¿Y dónde lo montaremos? ¿A medio camino? jajajaj
ResponderEliminarEstoy contigo en lo de que la palabra negocio no nos niegue ni ocio ni alegría.
Si toca, ya sabes...
Besos
Entre Madrid y Barcelona, cualquier sitio es bueno. Además como yo soy del Barça, estoy dispuesto a sacrificarme.
ResponderEliminarCreo que a estas horas ya soy millonario.
Besos.