40514

Me llamó la atención que la página par llevara el número (digamos) 40514 y la impar, la siguiente, 999. La volví; el dorso estaba numerado con ocho cifras. Llevaba una pequeña ilustración, como es de uso en los diccionarios: un ancla dibujada a la pluma, como por la torpe mano de un niño.
Fue entonces que el desconocido me dijo:
-Mírela bien. Ya no la verá nunca más.
Me fijé en el lugar y cerré el volumen. Inmediatamente lo abrí. En vano busqué la figura del ancla, hoja tras hoja.

(El libro de arena. Jorge Luis Borges)

domingo, 21 de agosto de 2011

LA GUERRA TECNOLOGICA/ textos para el recuerdo

Algunos de los que representamos a tendencias denostadas (el trotskysmo) alguna vez nos apetece defenderlo a través de cualquiera de sus “consignas”. Socialismo o barbarie es una de ellas. La palabra socialismo, dice con un adjetivo que califica de barbarie su contrario, es decir aquello que no sea socialismo, es decir esto. Casi todos los intelectuales de diverso tipo y corte, políticos a un tanto la idea (se llevan un pastón por las que no tienen, ya que estas últimas están mejor pagadas) defienden la democracia (lo de burguesa ellos ni lo nombran, así parece que la democracia a secas es de todos y que no tiene apellidos: obrera en unos casos, o burguesa, en otros) como marco incomparable donde se solucionan todos los problemas. El reparto de la riqueza, por ejemplo, ese no se soluciona desde que empezó a explotar a los que la producen.

¿Podemos calificar nuestro tiempo como bárbaros? ¿Somos más bárbaros que antes? ¿cómo se mide la barbarie? Una cosa está clara sólo nuestra formación asimilando conocimientos de otros pueblos, otras culturas nos puede poner alerta de si esto se puede soportar sesenta años más. Otra cosa está clara (y van dos) estamos entregados. Hemos caído en el abrazo del oso.


Barbarie. Ciencia ficción. En el futuro (año 2.468, por ejemplo) la gente de izquierda será aquella que luche (¿piense?) por seguir viviendo en el planeta Tierra. La derecha será esa otra casta que imponga (¿referéndum?) el abandono de la Tierra hacia un planeta nuevo, descubierto dentro del proyecto: Plan Nuevos Planetas (PNP) y en aplicación del programa MEU (Maricón El Último). A nuestra nueva “casa” le pondrán por nombre Tierra Dos, para que la gente no sienta morriña en demasía; el nuevo planeta será parecido a este, pero seis veces mayor, con tres soles, diez lunas, 18-25 grados, el día durará 72 horas y la noche sólo tres, una sola estación atmosférica a la que llamaran agua-sol, pues lloverá aun con el sol brillando, y jamás sabremos dónde se esconden las nubes que nos mojan. Tela. Todo se andará. Parecía mentira lo del microondas. El sistema de microondas donde recalentamos la sopa y el café, nació en los años 40 para mandar secretos de guerra. Los teléfonos móviles usan un sistema parecido, así que cuando recibimos una llamada se nos recalienta la sesera, aprovechando la microonda la maravillosa entrada que le ofrece la oreja. Ahora a través del teléfono te puede llegar una voz o un pollo asado con rustidera y todo. Ciencia.



Ficción. Los que no se fían de nosotros piensan ponerle un “chip” a nanométricas esporas que posteriormente esparcidas por el aire vigilarán oyendo todo lo que hablemos. Y en el caso de que se introduzcan en nuestras orejas, llevadas por el viento, oirán todo lo que pensemos. El siguiente paso será incorporar una pequeña carga explosiva, con lo que seremos eliminados por estar en contra del pensamiento único. Pienso, luego no existiré durante mucho tiempo. Ya.
Y para terminar esta información “tecnológica” les cuento que un grupo de astrofísicos de EE.UU. (la madre de todas las patrias) está trabajando en un proyecto para cambiar la órbita de La Tierra. Lo están haciendo para que dentro de cien mil millones de años no nos queme El Sol. Están calculando para que les salgan las cuentas y no se produzca un choque en cadena entre el resto de nuestros planetas.

En la ciudad de arena se copula, se ama, se asesina, por este orden y otras se cambia el orden para alterar un producto que requiere apetencias de objeto con careto, propio del individualismo, dicen que el arte del capricho. Y todo se descompone, se construye y se destruye para recreo y placer, decía una vieja canción de protesta, italiana.

Salud y Alegría....y un polvete cada día, para tener armonía.

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Navega si quieres en mi corazón solitario
porque lo dejo a tus abordajes de madrugada
a tus antojos copias y libelos,
garfios y desbroces,
y déjame ofrecerte en esta nada
un error similar al que siempre cometemos:
restos de unos ojos sin paisaje y sin botín,
trasparentes capturas donde anida la anguila
o navegando noctámbula del día y sus abismos
en la siesta de la noche permanente
donde espera la sed que apague las preguntas.