40514

Me llamó la atención que la página par llevara el número (digamos) 40514 y la impar, la siguiente, 999. La volví; el dorso estaba numerado con ocho cifras. Llevaba una pequeña ilustración, como es de uso en los diccionarios: un ancla dibujada a la pluma, como por la torpe mano de un niño.
Fue entonces que el desconocido me dijo:
-Mírela bien. Ya no la verá nunca más.
Me fijé en el lugar y cerré el volumen. Inmediatamente lo abrí. En vano busqué la figura del ancla, hoja tras hoja.

(El libro de arena. Jorge Luis Borges)

sábado, 15 de enero de 2011

Tu primer hobby


La ciudad de arena gira, se voltea cual campana. La ciudad de arena es capicúa: cabeza y cola se tocan. Capi: cabeza. Cua: cola. Del catalán.
La ciudad de arena es un reloj de arena: por un lado se vacía y por el otro se llena. Es arena y tiempo, es mentira y verdad. En la ciudad de arena las cosas se deslizan, pasan, se miran, y algunas veces se tocan. Las claves desabrochan cofres, abren secretos, muestran su interior. Se produce un instante de belleza, se enciende una luz de neón en la mirada de alguien, o en el corazón de ellas y ellos.
La ciudad de arena, como el mar, es un mundo submarino, si buceas, encuentras tesoros. Misterios.

La biblioteca municipal (central) de mi ciudad de arena, lleva una temporada “tirando” los libros de todos, regalándose a unos cuantos: los deja en el hall, sobre un mesita a la derecha, y el que pasa se los lleva. Algunos usuarios nos hemos preguntado a qué se debe. No lo sabemos. Falta de espacio es el único motivo. Algunos ejemplares los he adoptado yo, en espera de que algún día encuentren un lugar definitivo.

El pasado día 21 de mayo de 2010, “recogí” el último ejemplar. Era un libro de Jorge Valdano, Apuntes del Balón, (Anécdotas, curiosidades y otros pecados del fútbol) Circulo de Lectores, año 2001. Siempre me han atraído las “elucubraciones” de uno de los pocos futbolistas cultos, que dio el fútbol. Al llegar a casa ojeé el libro. Tenía una dedicatoria, que decía:

           CREO QUE NO PODÍA HABER ENCONTRADO UN REGALO MÁS APROPIADO PARA NUESTRO 4º ANIVERSARIO. “ANÉCDOTAS Y OTROS PECADOS DEL FÚTBOL” PARA QUE OCUPES TUS RATOS LIBRES CON TU OTRA PASIÓN, PORQUE AUNQUE ME ABANDONES (HOY Y OTROS MUCHOS RATOS) POR EL FÚTBOL, ESPERO QUE SEA YO TU PRIMER HOBBY.

           YA SABES QUE EL 4 ES MI NÚMERO. ESPERO QUE SIGAMOS TAN FELICES COMO HASTA AHORA CON TODOS NUESTROS MOMENTOS BUENOS Y MALOS QUE HACEN MARAVILLOSA Y ÚNICA NUESTRA RELACIÓN.
ERES IMPRESCINDIBLE EN MI PRESENTE E IRREMPLAZABLE EN MI FUTURO.

           PARA SIEMPRE

           RAQUEL

                     ¡¡Feliz Aniversario!!

Raquel usó letra de imprenta (mayúsculas) para hacer la dedicatoria, supongo, más legible. Desde ese momento supe que esta dedicatoria era lo más importante del libro, independientemente de lo que Jorge Valdano hubiese escrito en sus páginas, sobre los resquicios del fútbol.
El libro lo había donado algún lector a la biblioteca, sin saber que la biblioteca los regala a los usuarios. Más pareciera una celestina la biblioteca.

Quiero decirle a Raquel que el libro lo tengo yo. No te preocupes Raquel, está en buenas manos. No sé quién es ese hombre al que dedicas de forma tan hermosa el libro. Estoy seguro que es un hombre: tan sólo un hombre abandona un libro con una dedicatoria tan sentida como la tuya. Estas cosas tan solo la hacen los hombres. Un hombre que en vuestro 4º aniversario era importante para ti. Pero que hoy, 2011, tu dedicatoria le importa un bledo. No sé si le importas aún algo. Lo que tú eres. Mas no importa, yo guardaré ese libro. Yo jamás he tirado un libro, yo jamás dono los libros que me regalan: me parece una grosería, un desplante, un desprecio. Hay que respetar los momentos de felicidad, aunque sólo duren un instante. Poder volver a ese instante cada vez que tocas el libro, acaricias sus páginas.

La ciudad de arena fabrica encuentros. Algún día nos encontraremos y podremos cerrar el misterio, que estoy seguro continúa en la historia hermosa de este libro que ahora está encima de mi mesa. Acompañando a otros libros de poemas. Bien arropado por los versos. Tu sencilla y cálida dedicatoria esta a salvo, seguirá salvándose a pesar de que él no la quiso. Un beso Raquel.

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Navega si quieres en mi corazón solitario
porque lo dejo a tus abordajes de madrugada
a tus antojos copias y libelos,
garfios y desbroces,
y déjame ofrecerte en esta nada
un error similar al que siempre cometemos:
restos de unos ojos sin paisaje y sin botín,
trasparentes capturas donde anida la anguila
o navegando noctámbula del día y sus abismos
en la siesta de la noche permanente
donde espera la sed que apague las preguntas.