40514

Me llamó la atención que la página par llevara el número (digamos) 40514 y la impar, la siguiente, 999. La volví; el dorso estaba numerado con ocho cifras. Llevaba una pequeña ilustración, como es de uso en los diccionarios: un ancla dibujada a la pluma, como por la torpe mano de un niño.
Fue entonces que el desconocido me dijo:
-Mírela bien. Ya no la verá nunca más.
Me fijé en el lugar y cerré el volumen. Inmediatamente lo abrí. En vano busqué la figura del ancla, hoja tras hoja.

(El libro de arena. Jorge Luis Borges)

domingo, 10 de abril de 2011

Ramilletes


    Dice Evo Morales que la corbata es el símbolo de la clase dominante. Y es cierto. Las veces que usé esta prenda sentí que dominaba la situación. Y me sentí inseguro.


        Y ella pone un anuncio en EP3 (El País. 16.9.05):“Busco arqueólogo para descifrar una medalla con 49 números sobre la ubicación de Venus. Pieza única".
No leí nada más bello.

        Un 10% de los españoles no sabe lo que es Internet. Yo soy uno. Si me preguntan no se explicarlo.


      ¡Ah, al principio, muy al principio, ese en el que dios decidió democráticamente (estaba sólo) llenar de agua todos los hoyos que le habían quedado de su chapucera tierra, (mares) si quería que fuera redonda y no una paparrucha, en ese principio, mucho antes de que existieran los alcaldes y los concejales, y la orgánica democracia burguesa (técnica para llenarse los bolsillos los ricos con el visto bueno de los pobres) pues eso, que mucho antes de todo lo anterior, según la ciencia, nuestra cabeza actual sólo era una boca con un grupo de células nerviosas que nos daba aspecto de transparente gusano chupón o sanguijuela, y que más tarde darían paso a toda esta cabezonería, que comunica lengua con estómagos agradecidos. Conclusión: si el hombre no comiera, (parásito) no existiría Obama. Ni Cristóbal Colón. Ni la orgánica democracia burguesa. Ni alcaldes, ni concejales. Y seriamos una anémona eterna y joven nadando entre dos aguas, como una mariposa acuática. Sin tener que agradecer nada a nadie. Pero hubo un fallo, y a aquella célula le salieron dientes.


      El córtex. El límbico. El cerebro de reptil. Tres cerebros. La inteligencia reside en el córtex. Las emociones primarias, como el fanatismo, las creencias, en el segundo. Los instintos básicos: sexo, hambre, sed, en el tercero. Comienza a desarrollarse uno nuevo, el cuarto está en la frente. Este es la causa del aumento de cesáreas. Cuando no podamos salir, nuestra inteligencia estará conectada por el cordón umbilical con nuestra madre y ya viviremos por fin en el útero eternamente, que es lo que siempre perseguimos cada vez que follamos. No tendremos hermanos. Ni hermanas.


      Escuché en la radio esta palabra a un comentarista deportivo: Candidatable. Decía que era ese que quiere presentarse a las elecciones. Pero con pocas posibilidades. Con ese nombre , no me extraña. A mí cuando escucho estos palabros el córtex me da un respingo y busca un clavo ardiendo para salvarme del ruido. En esta ocasión el cortéx me sopló una palabra limpia: Marmara. Mar de Marmara.


 

      Las distancias no deberían recorrerse con tanta facilidad, con tanta impunidad. Hay algo sagrado (¿qué misterio?) que se viola cuando las distancias se acercan tanto y en tan poco tiempo. Suelo terminar con dolor de cabeza, producto de un vértigo un tanto indolente ante la distancia: 800 kilómetros en tres horas. ¿Y el resto del paisaje, dónde quedó? Pasamos sobre él como si no existiera. ¿Dónde su importancia?


      Lo único que no he tenido que estudiar, que aprender, es la ignorancia. Ella me rodea con naturalidad, es mi más fiel compañía. En mi caso, en este caso, la literatura tiene un problema: se enfrenta a un ignorante. Y nunca le tuve miedo. Ella lo sabe. Y va dejando disimuladamente un reguero de letras. Yo cojo algunas. Pero existen pájaros. De tal forma, cuando no puedo completar una palabra, coloco un pájaro. Él sabrá la letra que se comió. Así la palabra que invento nace con posibilidades de volar en una lengua extraña.


      El orín de los perros, las afueras de Viznar. El 19 de Agosto del 36, al amanecer. Mi propio destino, otro amanecer del día 19 de Enero, tan sólo quince años más tarde. Pobre Luis Rosales. Pobre Trescastro de Medina. Pobre Federico. Pobre España. Pobres los españoles. Qué triste murió Cernuda.


      Cuando una mujer (joven) se acuesta contigo es que le importas un carajo. Esa es la conclusión que saco de esta respuesta. A la pregunta:”SUELES TENER SEXO EN LA PRIMERA CITA”, Adriana Cereijo de 18 años, estudiante de Bellas Artes de Madrid, responde:” Depende de la persona, aunque si empiezas a hacer sexo en la primera cita se puede convertir sólo en eso. Si el otro me importa de verdad, no lo hago, creo que así resulta más bonito” -EP3 (El País) 18.8.06.
Esta joven se parece a mis padres. Los hijos siempre recuperan la figura de los abuelos como imitable. Si esta joven es mi hija, mis nietos serán cojonudos.


      Y en la ciudad de arena, a veces el mar se nos acerca. Como esponjas eléctricas va cayendo la nieve. Y vienen barcos desde lejanos tsunamis, rotas las amarras. Arañando escápulas maderas, la mano del viejo buscó entre cuaderna y cuaderna. El ojo del viejo coincidió con el ojo del barco, y este naufragó cerca del cero, justo cuando el anciano conseguía extraer una astilla de madera, para tapar una muela pocha. La ciudad llora.    

lunes, 4 de abril de 2011

viento sur


. "Queremos que la Ley de Amnistía deje de ser una ley de punto final".

Seis antiguos presos de LCR-ETA VI se reúnen en la cárcel de Segovia y piden que se juzgue a los represores franquistas

VS 0 | | sección: web | 27/03/2011

Charo Nogueira (Reportaje) Y Aurelio Martín (Video). El País



"¡Recuento!". Los hombres dan un respingo al escuchar el grito. "Uf, el corazón me ha dado un vuelco", exclama uno. Es una broma que sobresalta a todos. Son seis y andan entre los cincuenta y muchos y los sesenta y tantos años. De un plumazo, se han quitado 33 de encima, los que llevan en libertad tras haber penado por ella.
-¿Ustedes quiénes son?
-Somos ex presos.
-No. Somos presos, porque no nos han borrado los antecedentes, ni han anulado nuestros procesos.
Estamos en la antigua cárcel de Segovia, de la que dos de los visitantes de hoy lograron huir en 1976, en una fuga rocambolesca -luego película de la mano de Imanol Uribe-. El viernes volvieron a reunirse con su pasado y con su ánimo combativo. Es la primera vez que se juntan los seis tras estos barrotes que desde hace años sirven de plató de cine. Se proponen recuperar la memoria histórica más reciente, la que va desde el fin de la posguerra a la amnistía de octubre de 1977 que les devolvió la libertad. Son Sabin Arana, Josu Ibargutxi, Enrique Guesalaga, Xabier Armendariz, Miguel Gómez y José María, Chato, Galante. Cuatro vascos, un zamorano y un madrileño. Dieron con sus huesos en esta prisión cuando militaban en ETA VI Asamblea -los cuatro primeros- y en la trotskista Liga Comunista Revolucionaria, organizaciones que acabarían fusionadas. Los periodistas de EL PAÍS los encuentran cuando recorren con la concejal de Cultura, Clara Luquero, la vieja cárcel especializada en presos políticos y que debuta en dos pabellones externos como centro cultural.
"Te da un poco de taquicardia volver. Son muchos años", dice Arana. "Esto era una comuna", describe Galante. En este frío penal convivían 86 presos políticos y 10 o 12 comunes. "Había de todo, de ETA, del PCE. Hasta del FRAP...". Los hombres canosos hablan bajo el lucernario del que parten las cuatro galerías. En tres de ellas se alinean dos pisos de celdas vacías y polvorientas. Los visitantes son un libro vivo de la historia reciente que se resiste a pasar a los manuales. Y la relatan con avidez, con rápidos disparos a un pasado que no debe olvidarse. "Hicimos varias huelgas de hambre, una de ellas contra los fusilamientos de 1975. Franco vivía todavía". "¡Y dos intentos de fuga!". Lo dicen con orgullo y pasan a la acción rumbo a la planta baja.
Ibargutxi y Guesalaga hacen de cicerones. Son dos de los 29 presos políticos -de la V y la VI Asamblea de ETA, del Movimiento Ibérico de Liberación, y del Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico; sumaban más de 1.500 años de condena- que lograron fugarse de esta cárcel el 5 de abril de 1976. Se dirigen hacia las duchas donde los presos construyeron el túnel para el primer intento de huida. "Quitamos nueve azulejos, los colocamos en una placa y empezamos a excavar poco a poco un túnel hacia el alcantarillado. Cada día volvíamos a pegar los azulejos con crema de dientes. Íbamos a fugarnos 54", explican. Un chivatazo abortó esta evasión cuando todo estaba a punto, en agosto de 1975. Y volvieron a empezar. Esta vez, en un hueco condenado de los aseos del patio y con el mismo sistema de los azulejos. "Ya teníamos conocimiento de la red de alcantarillado, por la primera vez", puntualiza Guesalaga. "Salimos 29. Atravesamos Segovia por las alcantarillas, al menos un kilómetro arrastrándonos hasta llegar al colector grande. Nos recogió una furgoneta y luego viajamos escondidos en un camión de madera", relata Ibargutxi. Llegaron hasta la zona de Roncesvalles (Navarra). Debían cruzar a pie a Francia, pero la niebla se alió contra ellos. Solo cuatro lograron pasar la frontera tras ocultarse varios días en un chalé. El resto cayó en el cerco de la Guardia Civil. Uno de ellos, Oriol Solé, murió en el tiroteo. "¿Te acuerdas?". Y sí, todos se acuerdan de Solé mientras se hace el silencio.
Luego vuelve el ánimo combativo. "Esta tarde constituimos una asociación de presos de la dictadura, que se llamará La Comuna, para dar testimonio de lo que pasó. Queremos que se anulen todas las sentencias del Tribunal de Orden Público y las militares", explica Galante tras abandonar el sitio del túnel ya invisible. "Queremos tener derecho a pedir una reparación, aunque quizá no lo ejerzamos, y que la Ley de Amnistía deje de ser una ley de punto final para que se pueda juzgar al aparato represivo y judicial franquista. Los crímenes contra la humanidad no prescriben", añade con énfasis.
Rumbo a la salida, alguien cierra con cerrojazo la gruesa puerta de una celda. Otro sobresalto. "Eso es chapar. No hay otro ruido igual". Con el sonido vuelven los recuerdos: las galerías son "más pequeñas" que en la memoria. "He procurado barrer los archivos para vivir más tranquilo. Y ha funcionado", confiesa Guesalaga. "Mis nietos se quejan. Me dicen 'ya estamos con la chapa de la puta cárcel", añade. El túnel de la huida se ha convertido en el túnel del tiempo. Y en la vieja cárcel se acaban de rodar escenas de Torrente 4.







http://www.elpais.com/articulo/espana/Ex/presos/tiempo/tunel/elpepuesp/20110327elpepinac_9/Tes

domingo, 3 de abril de 2011

Abril


14 de Abril. Han pasado 80 años de aquella experiencia tan hermosa para la gente trabajadora y humilde...y pobre de solemnidad. Ello, a pesar de que La República siempre fue un gobierno en manos de la burguesía. Ochenta años. Es un tiempo importante para mirarse. Para ver qué teníamos y no tenemos. Pero la memoria flaquea. La foto se muestra siempre con la pátina suficiente como para no ver con claridad. La niebla del pasado.
Manuel Fernández Bernáldez, mi abuelo materno, aquel 14 de abril de 1931, proclamación de la II República, vistió a mi madre, que acababa de cumplir seis años el día 8 de marzo, de República, o de republicana, y la paseó por el pueblo. Iba mi madre con la bandera republicana cruzándole el pecho, con su gorro frigio incluido, y con un cartel colgado que decía: “Ay! de quien toque a la niña bonita”. Como nunca se perdona y la gente sólo tiene buena memoria para aquellas cosas que le trastocan la rutina de la vida, apuntaron en sus cabezas el nombre de mi abuelo. Y años después casi le cuesta la vida. Los traidores. Los que ganaron. Los que nos siguen ganando, a pesar de una transición modélica, que empezamos 36 años después. Modélica. Algunos avisamos, lo escribimos en las paredes: “Depuración de los cuerpos fascistas del estado”. Otros se reían. Modélica. Los jueces. Modélicos. Los comunistas del PCE modélicos (ojo, había otros comunistas) dijeron: Reconciliación Nacional, y taparon los agujeros, las goteras del sistema, con papel mojado. La memoria, la foto recibió una mano de barniz. Se tapó la vida de los perdedores. Ochenta años.


Ochenta años. Y las personas mayores parece que han desaparecido socialmente, debido a esta estupidez social de primar lo joven, como sinónimo de fuerza y trabajo. Las personas mayores no están, son un tú. Y La memoria se va perdiendo. Ya casi nadie recuerda. Nombra. Señala. Dice lo que pasó. Mas yo, que vengo de otro tiempo, los echo de menos.
Echo de menos a mi abuelo materno. Aquel tipo delgado y alto un poco desgarbado. Me acuerdo mucho de él. Cuando empecé a ser adulto, dispuesto al argumento, se murió. Me hablaron de él. Siempre fue un tipo importante, decisivo.

Recordando, me viene a la cabeza la palabra revolución: “Primero ganamos la guerra y luego hacemos la revolución”. Y así nos fue. Y la palabra revolución me lleva a recordar la respuesta que una compañera de trabajo me dio hace tiempo, ante la evocación nostalgiosa que hice a la revolución como alternativa a todos nuestros males: “Tomás, eso de la revolución es muy cansado, hay que estar todo el día haciendo muchas cosas para conseguirla”. Primero me ofendí, pero más tarde, dando reposo al poso (pareado hermoso) revolucionario y a la palabra “cansado”, comprendí sin entenderlo, el mostrenco sentido de sus palabras, abriéndose ante mí la posibilidad de que la compañera podía tener razón. Así que a continuación me permití el lujo de regocijarme en su repuesta imaginando el ocio permanente de un futuro revolucionario. Lo revolucionario estaría, no en la revolución como tal, sino en la felicidad (subjetiva o no) conseguida en nombre de ella. El asueto es el que daría calidad de revolución a la revuelta.

Y sigo recordando. En esta ocasión una foto ideal de mis mayores. Siempre es esa foto imposible de conseguir. Cómo deben de ser los sueños. La foto ideal que siempre he perseguido, desde un punto de vista de histórica trascendencia, es la de mis ocho bisabuelos-as (4+4) y mis cuatro abuelos-as (2+2). Buena banda. Todos terminaremos encerrados: cárceles, hospitales, residencias, cuarteles, oficinas, museos, cementerios. Nuesros mayores.

Y en la ciudad de arena, el poeta volvió a sufrir dislexias: “dijeron a las urnas, y él entendió a las armas”. Ángel González. Y me inventé un asesino al que llamé Franco. El desequilibrio de las arenas. La ignorancia siendo ignorada.

domingo, 27 de marzo de 2011

CASTAS


             Hasta hace relativamente poco pensaba que por escribir estas líneas yo era un político. Que por haber luchado un poco contra la dictadura franquista, era un político. Y que por otros cuantos etcéteras que van conformando una biografía de más o menos compromisos heroicos, yo era un político. Pues no. Al principio los defendía. Me parecía que aquellos que criticaban al político, eran unos reaccionarios, ya que negando su función, negaban nuestra conciencia de clase, nuestro deseo de implicarnos en la vida política para transformar la fea realidad por utópicos paraísos, que se encontraban al otro lado de los sueños. Pero no.

En el devenir, el político comenzó a levantar suspicacias y en la actualidad es sospechoso de casi todos los desmanes que rodean nuestra cotidianeidad. En un futuro cercano espero que sean perseguidos. Empecé a sospechar el día que un político de izquierdas se llamó a sí mismo político: “...Porque nosotros los políticos”, dijo el susodicho, metiendo a todos en el mismo saco. Ahora comprendo que estaba defendiendo intereses de casta. Casta que nace del ya largo camino recorrido por la burocracia (dirigentes obreros les llamábamos, ¿os acordáis?) y que lo único que "aporta" de nuevo es que prolonga y consolida intereses, o mejor: los legaliza. Ese paso en su “legalización”, en su reconocimiento público, les otorga el nombre, se bautizan, nombrándose a sí mismo, como políticos.
  Los políticos de derechas y de izquierda tienen en común la profesionalidad de la política. Forman una casta y la casta se ha hecho interclasista, es decir, derecha e izquierda tienen en común que son políticos. De esa mezcla incolora han nacido unos sentimientos sin fuerza. La pasión se ha convertido en efectividad. La entrega en negocio. El político en su soledad entiende la gestión de tal (a su) manera que no puede contar con nosotros para gestionar, ya que si lo hiciera se encontraría que no contamos con él para gestionar a nuestra manera.

Los políticos de “derechas”, además, parece que quieren recuperar ese espíritu de orgullo y honradez, perdido por los políticos de “izquierda” recurriendo al populismo: ese largo vocear campechano que encierra “el arte de adivinar” lo que el pueblo “llano” quiere oír, lejos de cualquier reflexión, que no es otra cosa que, en una de sus magnificas viñetas, El Roto llama pedalear sin piernas, a pesar de tenerlas amputadas: el demagogo.



  Es así como los políticos llevan a la máxima expresión la “clara voluntad” del pueblo, mediatizada esta por la falta de información y por su nula participación en los problemas de la polis. Además la derecha sabe que cuando gana unas elecciones es porque los pobres les dejan ganarlas. Porque ese día electoral tienen cosas más importantes que hacer. Y la izquierda, ahora que ya saben lo que es un maletín cargado de millones, ahora que ya puede codearse, integrado en el poder, tratarlo de tú a tú, procura mostrar que los honrados, como no podía ser de otra manera, siempre fueron ellos. Porque no es igual robar sin permiso de los pobres, que robar con la aquiescencia de estos, manifestada a través de las urnas. Pero las urnas tan sólo dicen lo que quieren decir (o no) aquellos que se abstienen. Abstención es el grito de la oposición.
La palabra urna debería llevar hache como icono mudo de este silencio, o como también es afónico el lenguaje de los políticos, que es un lenguaje de muerte: incongruente, interesado, ruin, trágico, amenazante, avieso, infame, huero, aséptico, lamido, al fin y al cabo burgués. Como su democracia.

  ¿Qué vamos a hacer con los políticos? Pobrecillos. Ahora que surgen trabajadores “nuevos” que inventan conceptos estúpidos para denunciar situaciones viejas: los “mileuros” que no pueden levantar cabeza; los “working poor” que suelen trabajar por debajo de los mileuros, y no comprenden (¿?) cómo pueden seguir pobres trabajando tanto. Respuestas nuevas dicen ellos, para situaciones de siempre digo yo. Y asumimos las contradicciones de los políticos como una prolongación de nuestras incapacidades. La democracia burguesa les amamanta. La democracia obrera se disolvió (que viene el lobo, gritó el pce, mientras el psoe se partía de risa) en aquellos ayuntamientos, ocupados por concejales arrancados del sindicalismo. Políticos que tergiversan, se mezclan, van pareciéndose al enemigo que combatieron más y más. Y de ese mestizase interclasista, no nace un ser nuevo, de eso nacen ellos que con los calcetines del revés y los pies en el suelo, un aciago día abandonaron precipitadamente, la nube que dulcemente habitaban, plenos de acné juvenil y los ojos iluminados. 
Y se sentaron a la mesa del rico para comer y hacer ruido. Música obrera. El burdo tam-tam. La percusión de los estómagos agradecidos.


Mientras en la periferia, en la ciudad de arena, a la luna llena, con voz de lobo, una banda disfrazada de obreros interpretan raigtime.

domingo, 20 de marzo de 2011

Primavera


A las 12 y 21 minutos empieza la primavera este año de 2011. Es una hora capicúa de esas que se leen de izquierda a derecha y de atrás a izquierda o cabeza y cola, que es lo mismo. A esa hora, como en una conspiración perfectamente urdida, las cosas y los enseres, las personas y la sangre, el viento y el mar, las calles y los ruidos, todo, se pone en movimiento. Crujen las cuadernas. Los libros. Las ingles. Todo se tensa. Empiezan los engranajes a demostrar que su aceite es virgen y de esa savia nace una vez más, el intento de demostrar que la revolución es posible sin disparar un solo tiro, como debe de ser.
Empieza la primavera de noche. Un poco después de la media noche. Cuando nadie la ve, ella sale a lucir un color de oscuridad que espero nos llene de luz.



Esta primavera se la voy a dedicar a esta foto con estos dos señores que siempre me pareció una foto hermosa dónde los protagonistas son los hombres más felices de la tierra. No hay más que verlos. Sobre todo a Saramago, que en estos días se cumplen nueve meses de su muerte. Esos nueve meses que representan la vida de un embarazo. El nacimiento por tanto de un nuevo ser. Así que su gente decidió abrir las puertas de su casa en Lanzarote.

Yo pasé el día lejos de Lanzarote. En la ciudad de arena, entre historias de novelas y cuentos. De verdades y de mentiras. Algún poema. Un intento de soneto. Me moví por la ciudad de arena. Segué un césped que no era mío, en un jardín que no lo era. Podé un jazmín. Corté flores de mimosa.

Y leí un suplemento de prensa. “El Domingo” de “El País”. Prensa obrera. No es prensa obrera. Esa manera apabullante de informar es el ejemplo de que no es prensa obrera. Nos apabullan con noticias para que entre todas no sepamos cual es la que nos hace daño. Nos sirve. Nos hace mejores. Al menos no debe ser nuestra manera de informar. Esa manera es la mejor manera para no informar. La información, la cantidad de datos que aporta a través de los distintos artículos, requiere una investigación tal, por parte de los que accedemos a ella, para saber si todo eso que nos dicen es cierto, que tardaríamos años en sacar a la luz la verdad de lo que en él se dice. Esa frivolidad de la información, para demostrarnos que así no se informa. Que así la verdad queda relegada a un plano de mentira. De que la distancia entre mentira y verdad es excesivamente corta. Se mezcla, se confunde. Es lo que quieren a la hora de informar: que no sepamos. Y además que sepamos de ellos. No de nosotros.

Y para poder hacer una buena digestión, tras un postre dúctil, elegí un mago. Y mientras pelaba la fruta de color naranja, he llegado a la conclusión de que nos gobiernan las mafias. Varias veces intenté plantar la semilla del mango, esa especie de galleta ovalada, y nunca llegó a echar hojas. Creo que la falta de arraigo debe de estar en la pegatina con código de barras que venía pegada a la piel del mango. Creo. Las mafias.


La ciudad decide abrazar la primavera que viene con luna llena.


domingo, 13 de marzo de 2011

Borges

El mundo es verde visto desde Venus. La cajera del supermercado confunde alcachofas con chirimoyas. No ve la diferencia. El mundo es perfecto. Todas las noches tiembla la tierra. Todos los días. Las hecatombes son el pan nuestro de cada día y de cada noche. Los afectados del planeta tienen en común el pan. Todos en el planeta comemos una variedad más o menos parecida de harina y agua. Harina de maíz. El trigo. Mijo. Cereales. Los trajeron los marcianos.
Una vez tuvimos marcianos pero se fueron. Nos dejaron solos y desde entonces lloramos, a pesar de los poetas. A pesar de algún filósofo. A pesar de la nieve. A pesar de que nos dejaron el mar para que nos miráramos. A pesar de que nos dejaron el corazón para que nos diera el nombre de a quién amar. El mundo es verde visto desde cualquier parte de la galaxia. La ciudad de arena es pura tierra movediza. Y mientras el mar siembra de chatarras la vida de los hombres, como en un quédate con lo que es tuyo, en esta semana del tsunami, intentando protegerme de la vida, cuando esta se enfada, me compré la poesía completa de Borges. Este año de 2011 se cumplen (Junio de 1986) 25 años de su muerte. Les dejo con esta foto de María Kodama. Y con este poema de Borges dedicado a ella.






















La Luna
                                       A María Kodama

Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.

domingo, 6 de marzo de 2011

Metafísica información

     Mujer y hombre. Sí pero no. Pero la pregunta es, ¿me viene grande o pequeño. Me sobra o me falta. Me vacía o me llena?. La verdad no lo sé. Puede que esté satisfecha, pero también descontento o decepcionada. Sí pero no. Hay una insuficiencia en todo. Un todo no completo. Casi todo es universo pero a la vez universal. Continente y contenido. Dentro y fuera. Mujer y hombre. Entrar para salir. Dormir para despertar. Correr por grandes avenidas para detenerse en una esquina. Liliputiense o gigante. Descomunales o minúsculos. Se encogen y se estiran como la vida. Te llega o te falta la vida. Es un sin vivir. La ciudad de arena.

      La espada y la pared crearon el miedo. Fue sometido el hombre pobre a su receta máxima de obligaciones para que este pensara que el dolor de la punta de la daga y el duro muro a sus espaldas, le obligaba a gritar a estremecerse. A no poder huir. Negros y largos callejones de la ciudad.

Mas nos informan. Sus noticias del miedo. Nos dicen, nos hacen saber para que el miedo nos sea familiar. Miedo: ¿qué hará el otro mientras yo soy investigado? Nos tienen al día:
Llueve en el desierto del Sahara.
Se deshielan los polos y Groenlandia. Épica del Real Madrid.
En Noviembre de 2005 (datos publicados por el diario “El País”) 61.265 personas estaban en las cárceles de España. Coste anual: 973.639.609 €. Los delincuentes, los asesinos, nos cuestan dinero. Defendemos la propiedad privada. Y mi amigo Félix dice que nosotros también somos fundamentalistas (es fundamental) si no a ver por qué estamos dispuestos a matar para defender la propiedad privada. La propiedad privada patrimonio de todos. Pequeños trocitos de patria. El nacionalismo. El nacionalismo bueno es aquél en el que todos los ciudadanos defienden sus casas de la invasión de la patria.

      La poesía. Fuimos jóvenes en los años setenta, amando lastimosamente, con un poco de moho entre los dientes, oliendo perfumes que siempre traían incluido el olvido. Tan sólo la música, tan sólo ella mereció nuestros besos. Había lluvia y siempre éramos presos de un agua demasiado antigua, una persistente humedad. Qué frío hizo siempre en nuestras almas. Gozosos de no haber sido casi nada, nos fuimos dejando la piel en algunos versos.
      ¿Cómo era la ciudad de arena hace treinta años? Esclava de la ciudad dormitorio y reina de la más salvaje especulación, dónde los capitalistas iban construyendo la ciudad de los monopolios, dejando hoy a la vista una ciudad con forma de aparcamiento planetario hasta límites tan impertinentes, que esta ciudad parece un coche. La ciudad de arena cuando llega la noche se vuelve un coche aparcado que tiene millones de coches dentro de sí.
Nos hacían casas de ladrillo y arena y se enriquecían. La riqueza en manos de los menos. De los inconscientes. No se reparte la riqueza. Si reparten la riqueza, ellos serían como nosotros, y nosotros al ser como ellos ¿seríamos distintos?

Nos informan. Nos comunicamos. En la ciudad de arena ella pone este anuncio en el periódico:
“Busco arqueólogo para descifrar una medalla con 49 números sobre la ubicación de Venus. Pieza única”. La búsqueda se llena de palabras hermosas.
Y nos siguen informando:
En 2005, un 20% de los españoles no sabía lo que era Internet. Seis años después no lo sabe nadie: nos seguimos buscando.
Se reparten 15.000 palos sonoros para acojonar al contrario en el partido Mallorca-Barcelona.
Las mujeres toman el doble de tranquilizantes que los hombres. Y siguen donando su sangre para que ellos puedan vivir.
Una de cada diez mujeres sufre acoso sexual en el trabajo. Tres de cada diez liga en el puesto de trabajo. Y las seis restantes padecen de una sexualidad extraña tanto en su casa como en el trabajo, como en la calle o garitos de cortejo y alterne. Asida, tomada e instruida para ello, la hembra siempre fue cubierta por sombras, cubierta por una losa de futuros proyectos. Por la noche de humo y niebla de la que se alimenta el alma del hombre.

La ciudad se enciende. La noche está dentro de mí. El pasado. Los doce mejores años de mi vida y mi juventud (20-32) se los comió este paisaje de arena. Eran los años setenta. Recuerdo a mis maestros poetas. A los maestros de la pintura: la abstracción. Y como si la baraja de la abstracción se viniera abajo, castillo de naipes derrumbado por un dios menor y estúpido, Paul Klee, 1940; Rober Delaunay en 1941; Wassili Kandinsky, 1944; Piet Mondrian, 1944: fueron muertos. Se preparaba el mundo para un profundo desbroce. Y me dejaron huérfano. Hoy el arte que se exhibe en las salas, es arte contemporáneo, y se gestiona a través de Arco.

Mientras aquí en la ciudad de arena conviven el tabernario y el prostibulario: uno se va de bares y de putas. Uno deambula sin norte ni fuerzas, su vida derramándose.

Y el periodista termina su información respondiendo a esta pregunta:
¿Lanza rumores la prensa? “No, filtramos maldades”.